Fisuras. Espacio de reflexión. De la convocatoria al proyecto.

“Fascinante puede ser la construcción de un puente.”

Georg Gugelberger

Festival Sitio. Artes en el espacio privado ha apostado por un proyecto que, desde sus inicios, vio como necesario para establecer un nexo entre dos ramas universitarias tan afines como lo son Historia del Arte y Bellas Artes.

Fisuras es el resultado de esa unión, dando nombre tanto a la convocatoria que se lanzó para estudiantes de la Universidad de La Laguna (Tenerife) como al proyecto expositivo que se derivó del encuentro entre artistas e historiadores. La lógica de esta propuesta era auspiciar el contacto entre ambos, lo que posibilitó no sólo mostrar a la rama de historia del arte que hay más usos profesionales de sus conocimientos —y que es posible conocer el contexto del arte local de primera mano—, como a los artistas que se puede generar un equipo multidisciplinar en torno a un proyecto expositivo.

El espacio elegido tanto para el taller previo como para el montaje de la exposición fue el solar de la calle Suárez Guerra nº 15 de Santa Cruz de Tenerife, en el que se ha desarrollado el proyecto SOLAR ­—actualmente constituido como asociación cultural—. Tras el cierre de la convocatoria el equipo de trabajo se conformó con los artistas Esteban Amador, Daniel de la Guardia, Patricia Fernández Antón y Racso Zehcnas, los historiadores del arte Carolina García Reyes, Alex Leto, Cristina Alonso Brito y Cristian Marrero Brito y las ayudantes Sara Garsía y Noelia Rodríguez. Este quipo, en el plazo de un mes, llevó a cabo un proyecto expositivo desde sus inicios, desde el concepto a partir del cual trabajar hasta la producción y montaje posterior.

El objetivo de Fisuras no era generar una exposición al uso, la importancia residía en el taller en el que depositaron sus conocimientos colaboradores tan importantes como Lola Barrena, Dea Woon Kang, Dailo Barco, Estíbaliz Pérez y Gilberto González que con sus aportaciones dieron al taller un recorrido rápido y efectivo en torno a las etapas de creación de una exposición y su adecuación al espacio. Por lo tanto, si Fisuras como exposición tiene una efectividad formal es gracias a la implicación de estos profesionales, al apoyo en montaje de Patricia Vara y al trabajo duro del equipo.

La responsabilidad de construir desde cero hizo partícipe a todos los miembros en cada uno de los procesos, salvo en la cuestión de la producción de obra de la que se encargaron los artistas y del texto de comisariado escrito a cuatro manos por los historiadores del arte, pero en ambos caso siempre poniendo en común los avances. Esta forma de trabajar trataba de potenciar las relaciones personales y crear nuevas conexiones con la premisa de establecer a lo largo de los años un tejido cultural más diverso en la isla. Esto quiere decir que desde la coordinación de este proyecto y la dirección del Festival Sitio se ve como necesario perpetuar Fisuras como una forma de despojar de rarezas y contrasentidos las relaciones tan ricas que se pueden establecer entre ambos campos profesionales desde la etapa universitaria.

Tras la inauguración se diseñó en el marco del Festival, un encuentro en forma de Conversaciones para exponer de forma pública el trabajo acometido. Para ello se contactó con las universidades de Historia del Arte y Bellas Artes y los propios miembros del equipo presentaron el proyecto en aulas de las facultades con la finalidad de producir un encuentro entre Fisuras, alumnos y profesores de ambas facultades. La enseñanza de esta acción para el equipo fue darse cuenta de que hay mucho por hacer, de que el propio interés por lo que nos rodea es lo que posibilita el crecimiento personal y profesional y que desde el diálogo y las relaciones personales se pueden conectar proyectos e inquietudes. Por lo que en este encuentro surgieron preguntas por parte de los asistentes y por los propios historiadores y artistas que a partir del trabajo en conjunto se cuestionaron de forma más profunda el porqué de una separación profesional, y convinieron como positiva la riqueza del puente que  ellos mismos trazaron entre ambos.

Todo ese enriquecimiento traspasa los márgenes de la autorreflexión para convertir el festival en un espacio de celebración de la cultura en contacto con la ciudadanía, y Fisuras es la materialización pura de esto, mediante una intervención anónima y respetuosa que entendió el nexo entre lo público y lo privado. Una acción entre lo social y lo artístico que demuestra que exponer de forma libre, sin muros, potencia formas de comunicación que son la prueba del entendimiento entre las ideas del Festival Sitio y los lugares privados donde se desarrolló.

Fisuras se diseñó para los cuatro días del festival pero tanto trabajo es necesario seguir mostrándolo durante más tiempo. Así este proyecto pasa a formar parte del cuidado de Solar. Acción cultural. Sociedad-Lugar-Arte y de los artistas e historiadores que gracias al Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz pudieron producir una exposición que no sólo ha resistido el embate de la lluvia del pasado domingo 19 de octubre, si no que se ha adaptado a las circunstancias y se ha regenerado con la intención de seguir compartiendo espacio con la ciudadanía desde un lugar privado brindado a lo público. Tras cerrar unos días para habilitar las obras se ha vuelto a abrir con una nueva disposición, ahora Fisuras y sus puentes reflexivos podrá visitarse hasta el 30 de noviembre.

Coordinación: Dalia de la Rosa.

El equipo de Fisuras lo componen los artistas Esteban Amador, Daniel de la Guardia, Patricia Fernández Antón y Racso Zehcnas, los historiadores del arte Carolina García Reyes, Alex Leto, Cristina Alonso Brito y Cristian Marrero Brito y las ayudantes Sara Garsía y Noelia Rodríguez.

Agradecimientos a Emilio Prieto por las fotos tanto del taller como de la Exposición Fisuras.