Itinerancias_Alejandro Castañeda. 9h30m00s

Desde las 4.30 pm del sábado 6 hasta las 12.00 am del domingo 7 de 2021 tuvo lugar 19h30m00s, un ejercicio de convivencia como experimento social a pequeña escala, desarrollado por Alejandro Castañeda dentro del proyecto Itinerancias. Programa exterior de conversaciones.
Este experimento se basa en la convivencia de un grupo de personas que desarrollarán un ejercicio de memoria basado en la historia de la performance y el happening. Esta acción tiene como objetivo preguntarse cómo se gestiona la memoria de lo artístico cuando no existen registros físicos: quizá, mediante la creación de una pequeña comunidad a una escala cotidiana que sea capaz de crear pensamiento a través de la acción y el encuentro.

Según Alejandro Castañeda, en:

La performance, como forma estética y artística, tiene su auge en un momento de crisis de los grandes relatos; poniendo a su vez en crisis las categorías establecidas en la escritura de la historia del arte. Con ella, irrumpe una disciplina que trasciende la materialidad, situando en el centro del problema el movimiento, el cuerpo, lo relacional y el espacio cotidiano. Aunque en el nudo que supone la historia, encontramos tentativas anteriores como dadá o la comuna de París.

Ese nudo se compone de una infinitud de citas donde se cruzan tiempos, espacios, disciplinas y medios; que cuando buscan una referencia propia de la disciplina artística, generalmente la encuentran en imágenes con una fisicidad implícita; elementos que se pueden ver, tocar y reproducir. Sin embargo, con la aparición de la performance en sus múltiples formas, se pone en cuestionamiento esa capacidad autorreferencial ante la dificultad de reproducción que se presenta, que implica una activación relacional situada en un espacio y un tiempo concretos. Entonces, ¿cómo podría gestionarse una memoria artística cuando hay registros que se desvanecen?

La evolución de la performance, y concretamente su variante más relacional a través del happening, viene acompasada con un momento de agitación social apoyado en la idea de justicia social. De manera muy marginal, se establecerán acciones paralelamente tanto en el campo artístico, como Womanhouse, como fuera de este que confluirán hacia luchas populares de mayor calado a nivel global. De tal modo que el evento artístico está sincronizado con un contexto que pretende convertir al ciudadano –espectador– de sujeto pasivo a agente activo.

Parece que aquel momento de crisis de los grandes relatos ha devenido en el presente en la amplificación un único relato dominante transnacional que se soporta, a su vez y en contraposición al siglo pasado, en una inoperancia de las colectividades. Sin embargo, desde el arte, se siguen pensando posibilidades de rearticulación de la lucha social, ahora atravesadas por también por más capas de ruptura con el pensamiento hegemónico blanco, patriarcal, colonial y androcentrado.

Desde un tiempo y un espacio diferencial especular se desarrollará Diecinueve horas, treinta minutos, cero segundos (19h30m00s). Un experimento social y artístico a pequeña escala que, dando respuesta al marco propuesto por Solar. Acción Cultural a través de su programa Itinerancias, propone la convivencia de un grupo de personas durante el tiempo señalado.

Haciendo un ejercicio de memoria en la historia del arte de la performance y el happening, se desarrollará un programa de tentativas torpes de reenactment de acciones a partir de sus registros. De tal modo que se genere una comunidad a pequeña escala que cuestione la capacidad de pensamiento a través de la acción y el encuentro; buscando a su vez acciones que, integrando los elementos que configuran el arte de la performance, ejercemos en la cotidianidad sin concederle la categoría de arte.

Fotografías de Aday Palmero.

Alejandro Castañeda (Santa Cruz de Tenerife, 1990) es graduado en Bellas Artes por la ULL y Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual por la UAM y UCM en el Centro de Estudios del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Sus procesos de investigación, desarrollados en múltiples formatos atravesados por la producción artística, la programación y la curaduría, ponen el foco en las manifestaciones de las disidencias identitarias y la imaginación institucional; pensando el arte como lugar de encuentro y generador de situaciones. Actualmente dirige el espacio parainstitucional Batalla, así como el programa La Plaza en TEA Tenerife Espacio de las Artes.

Con el apoyo de